5NR| Ruster The Dragon

Apodo: Ruster The Dragon.



Especie: Dragón Vampiro.



Edad: 21 Años.



Altura: 5 Metros de alto, 12 metros de Largo.



Género: Masculino.



Orientación Sexual: Heterosexual.



Personalidad:

+Sociable: “¡Buenas! ¿Cómo te llamas?”
+Amable: “Si quieres puede estar conmigo, o, ¿quieres ayuda?”
+Optimista: “Tsssssss aquí se pueden hacer de todo, solo es tener imaginación.”
+Cariñoso: “Owwwwwww pero si eres demasiado bueno para este mundo.” “¡Adorable, ven que te voy a matar a abrazos!” “-Ronroneos-(???)”
/Protector: “¡Por encima de mi cadáver les haces algo!” “Yo te protegeré con mi vida. Siempre he sido así y no cambiaré de opinión ante ello.” “Eres lo que más me importa en este mundo, no quiero perderte.”
/Vergonzoso: “A-a-ay n-no digas esas c-cosas. No soy así.” “O-odio ronronear en frente de todos ashfaksdfjlaldfkjlkl” (??)
-Rencoroso: “Tú... ¡¡TÚUUU!! ¡¡DESGARCIADO VEN AQUÍ!!”
-Nervioso: “Je. jejeje, ¿C-crees que sería buena idea? Y-yo no sé”
-Curioso: “¿Y esto? … ¿Hará algo?”



Historia: Cuando fue cachorro, era mantenido por sus padres, dos dragones vampiros que eran cariñosos con Ruster. Lo mantenían en una protección constante por ser los casi únicos dragones de su especie, aunque también procuraban entrenarlo poco a poco para algún día enfrentarse él solo a la naturaleza. Al tener unos años, un día de esos sus padres fueron a buscar comida, pero no regresaron. En un principio Ruster pensaba que era por la escasez en esos tiempos, pero al tener hambre, tuvo que salir obligado de su cueva para buscar comida por sí mismo. Comenzaba su supervivencia sin que él lo notara, extrañaba a su familia, saber que no los veía de hace semanas, y que esas semanas pasaban a meses.

Al poco tiempo pudo notar el porqué de la desaparición de sus padres: sangre.
Sus padres murieron, atacados, en un principio no sabía por qué habían fallecido, estaba cegado por sus propios sentimientos, el miedo le inundó. Se acercó a pesar de eso a su familia fallecida, viendo marcas tanto en sus pechos como en otras zonas, heridas abiertas... Entre ellas habían balas. Una vez le hablaron de los humanos, que eran seres despiadados y sin alma, al menos aquellos que poseían un arma en sus manos.

Los años pasaban, y Ruster ya no era el mismo. Solía esconderse en las sombras, en cualquier lugar, aunque encontró a una compañera, Lya, que a pesar de que muchos lo evitaban, ella le acogió como si fuese su mejor amigo, su hermano aunque no sea de sangre. Siempre iba con ella y pudo quitarse ese miedo interno que tenía. Pero como siempre, aparecieron los cazadores. Uno de ellos le disparó un dardo con un anestesia bastante potente, dejándolo dormido a los minutos...

Cuando despertó estaba en una jaula, junto a Lya en otra. Pero se notaba más pesado, incómodo, adolorido. Cuando pudo observar su cuerpo vio lo ocurrido, Su cuerpo tenía metal incrustado, no podía deshacerse de éste, de ahí a su gran dolor por estar aún algo calientes. Lya le contó que tuvo que soportar aquellas placas al igual que él, aunque fue el dragón afortunado al no enterarse mucho de cuando se las implantaron. Sus placas eran de metal mezclado: Acero, Bronce y Latón. Le daba un toque antiguo. A él, al contrario que a su compañera, le implantaron una serie de cables en su cuerpo, por dentro. De color Rojo, Azul, Verde y Negro. Éste último mencionado no podría tocarse, pues si llegan a romperlo, Ruster se volverá loco, caería en un estado demoníaco y sería difícil de parar a no ser que alguien le vuelva a colocar esos cables y juntarlos de nuevo.

Al trasladarlo a Freddy Fazzbear Pizza, estaba en un estado de vigilancia, pues en sus alas les había puesto una especie de hilera de sierras retráctiles. Lo consideraban altamente peligroso, de ahí a que lo llegaron a encadenar, de pies, boca, alas y cola. El dragón humildemente se había quedado quieto, pues sus sueños estaban destruidos. Le costaba caminar con esas cadenas, no podía moverse casi del sitio, el “bozal” Metálico de su boca solo se abría lo justo para comer, poco más.

Con ayuda de varias personas, le quitaron las cadenas para dejarlo en pruebas, después de mucho tiempo, aunque, a pesar de todo, aún no lo dejaban a exposición por la mañana. Ahí pudo volver a ver a Lya, lo cual a ambos les alegró, podían pasar el tiempo hablando y haciéndose compañía. Tuvo nuevos amigos, entre ellos un dragón enano idéntico en estilo a él, llamado Rusty; Anthony, Caroline, Nirfa, etc. Otro día se encontró a Lya hablando con Penny, una Araña animatrón, le dió curiosidad ver una araña en la pizzería, y al poco tiempo llegaron a ser muy amigos, hasta llegar a que acabe siendo su pareja. A pesar de su indiscutible tamaño entre ellos, podían estar juntos, pues como ambos no estaban “activos” por la mañana, tenían todo el tiempo del mundo para estar tranquilos.

En un principio la estancia en la pizzería pensaba que sería horrible, pero después de conocer a aquellos con los que pudo tener contacto, llegó a ser muy feliz en ese lugar. Hubo momentos en los que le trasladaron a otros restaurantes para ayudarles con materiales pesados. Un restaurante en especial lo tuvo bastante tiempo, pero al tenerlo sin darle sus tiempo de descanso y cuidarle, llegaron a “maltratarlo” en el sentido de no cuidarle lo suficiente. Cuando lo vieron descansando porque no podía más, le llegaron a prender fuego, dejándolo prácticamente casi muerto. Pero se enteraron de la noticia los de Freddy Fazzbear Pizza y se lo llevaron hasta renovarle como siempre estuvo.



Ahora ya es un dragón con un trabajo a media mañana durante poco tiempo, con ayuda de Lya. Ya no lo llevan a otros lugares por si sucede lo mismo, así que ahora es feliz con los que quiere, con todos sus amigos que para él es como una familia.



Gustos/Disgustos:

+Penny, la ama con todo su kokoro. (?)
+Jugar con unas pelotas que tiene guardadas en un baúl.
+Dormir, LE ENCANTA DORMIR.
+Comer, LE ENCANTA COMER x2. (?)
+La miel y el chocolate.
+Come también cualquier tipo de metal.
-Sentirse solo.
-Que le intenten hacer daño a él o a uno de sus amigos.
-La sangre.
-Su estado de dragón demoníaco.



Extras:

-De su boca exhala rayos de colores, el más común es el blanco.
-Le encanta que le mimen, parece un cachorro que siempre quiere jugar.
-Mueve la cola tanto por nerviosismo como cuando le gusta algo.
-Que le abracen lo deja rojo perdido.
-Le gusta que le acaricien el pecho, y por debajo de la barbilla, lo deja atolondrado en ambas partes.



Para el grupo