TEW|| Cielo de Orquidea

Nombre: Cielo de Orquídea.

Significado: Cielo porque tiene un color azulado suave en su pelaje, a su vez los ojos son también de un azul. Orquídea porque suele llevar una en su oreja izquierda.

Edad: 37 Lunas.

Clan: De la Luna.

Raza: Bosque de Noruega, Ragdoll, Angora, etc.

Rango: Curandera.

Mentor/Aprendiz: Ninguno.

Género: Femenino.

Orientación sexual: Hetero.


Voz:


Descripción física:


Fe en el Clan Estelar:

“Las estrellas siempre me han guiado por el buen camino, nosotros estamos vinculados a dicho clan, y yo creo que más allá, siempre hay un gato que nos cuida como ángeles guardianes… No los ves, pero siempre están ahí espiritualmente. Llegan a tu vida para quedarse y protegerte hasta que llegue el momento de partir. Mientras, mi deber es cuidar de aquellos que se lastimen, o solo quieran conversar; para mí siempre serán mis cachorros.”♡


Personalidad:


Cariñosa/maternal: “Pequeño, tú eres pequeño, a pesar de que me digas que no, y que seas más grande que yo, anda déjame acariciarte un poco -ronroneo-” Ama todo y a todos, su punto débil son los cachorros y aprendices, tanto que hasta parecería nodriza incluso. Y a los gatos ya sean guerreros expertos, o  adultos, le da igual, todo para ella es una bolita de pelos a cual mimar y dar cariño como sea.

Comprensiva: “Yo también tenía miedo de pequeña a la noche pero si quieres, puedes acompañarme hoy a descansar hasta mañana para que prosigas después con tus quehaceres.” No le gusta sentirse superior a alguien, siempre quiere estar a la altura de todos, y si necesitan ayuda, tenderles una pata de cualquier forma, para que se les haga más fácil el camino.

Coqueta: “Ay, es que sin la Orquídea no soy felina, necesito tener esa flor en mi oreja, me gusta su olor y sentir que tengo ese pequeño peso, de la costumbre... Además, me hace sentir b-bonita -avergonzada por decir eso-” Le gusta sentirse bella, estar acicalada, con el pelaje sedoso, y sobre todo tener su Orquídea en la oreja, ya que le hace referencia a su familia y a su Yaya Hibisco.

Respetuosa: “Yo no vengo a insultar a nadie, o soy quien para ello, prefiero más hablar antes que la pelea, a pesar de que a veces me deje llevar bastante...” No le agradan las malas situaciones, siempre querrá evadirlas a través de la  palabra, a su vez, nunca insultará a alguien a no ser que llegue a sus extremos, cosa que es difícil.


Tranquila: “La vida hay que vivirla, pero yo la quiero tener a un ritmo relajado y no tan alterado, espero que comprendas que me quiero referir a ir más despacio ante todo.” Le gusta tomarse todo con calma, sin prisas, cuando llegue el día de tomarse las cosas en serio lo hará, pero mientras, prefiere dejar que la brisa del viento la lleve con ella.

Dependiente: “Je... No me gusta, dormir sola... pero... Uh, para qué dije eso, mejor olvídalo, jaja, era una broma.” Odia sentirse sola, siempre quiere tener a alguien a su lado ya sea por querer platicar con alguien, que la tomen para aconsejar de algo, o simplemente estar en silencio, le da igual, pero de un modo la hace sentirse protegida.

Seria: “¿Qué dices? ¿Pretendes que te haga caso? ¡Eso de tu parte es una desfachatez! ¿Pretendes manipularme? Porque para eso sí quiero verte entonces alejado de mi como sea.” Si alguien pretende subírsele a un hombro de manera orgullosa o querer manipularla a malos planes, actuará a la defensiva.

Analizadora: “Estas plantas son las que necesito para llevar al clan. También más adelante hay más tipos, debo recogerlas.” Le gusta observar su ambiente, y con ella mirar de paso, qué plantas pueden ser medicinales o curativas por si algún día requiera de ellas. Sobre todo es analizadora con las plantas, a la hora de ser así con los felinos no lo suele hacer mucho a no ser que su desconfianza la haga actuar.


Dura: “Mira, te lo digo por tu bien, pero ahora mismo no estás en condiciones para seguir en tu trabajo, si no, vas a acabar por sufrir daños graves y probablemente acabar muerto. No quiero que te pase eso.” Si tiene que decir la verdad lo dirá, ya sea dura o no, pero ha de ser realista si quiere curar a alguno de sus pacientes felinos y hacer que mejore lo mejor y antes posible.

Rencorosa: “Pretendiste hacerme daño, ten cuidado como tenga que ser yo la que te tenga que curar algún día, puede que te lo niegue, aunque me cueste.” Si llegan a hacerle daño, te tendrá en su lista negra. No la enojen ni hagan perder la confianza que tenga en cada uno.

Callada: “N-no puedo decirlo... Es que,, me duele tanto... Yo, vamos, estoy tan apenada ahora mismo... Disculpa.” Suele tragarse todos sus sentimientos que lleguen al dolor, no le gusta expresarlos hasta que la gota colma el vaso, entonces acudirá solamente a quien crea que le será fiel para no decir nada de eso a ningún otro gato, o ella sola alejarse del resto.

Piadosa: “...Agh, ven aquí, necesitas que te ayuden con esa pata, está muy pésima... a pesar de que me caes mal... Debo cumplir.” A pesar de todo, si alguien de su clan llega a estar en malas condiciones, lo ayudará, incluso si son aquellos que le han hecho daño, a pesar de que le de coraje y rabia, es su trabajo, y tampoco quiere llegar a matar a algún felino por rechazar el ayudarle.



Historia:


-Cuando era solamente una cachorrita, vivía de manera solitaria con sus padres y sus 2 hermanos, siendo la única hembra de la camada. Colores azulados que de ahí le dieron su nombre a Cielo de Orquídea para un futuro, pues sus padres eran guerreros solitarios. Su vida desde pequeña ya era dificultosa, pues no tenían refugio a dónde ir y solo poseían pequeños suministros que guardaban con recelo para las temporadas siguientes y poder sobrevivir al clima. En cambio para ella al no estar consciente del todo, solamente se refugiaba en el pelaje de sus padres y comía, también jugaba con sus hermanos.



Hubo una emboscada, en la que acabaron con la vida de uno de sus hermanos, a las 12 Lunas. Un gato blancuzco y de rayas amarillas y amarronadas, con unos ojos rojizos, sus padres la alejaron con su hermano lejos de aquel demonio, mencionando que eran gatos asalvajados poseídos por la luna roja, que no tenían control sobre sí mismos.  Entristecidos por la pérdida de su hijo, no decidieron esperar más tiempo, y se habían puesto manos a la obra para comenzar el entrenamiento de aquellos pequeños felinos.

En cambio, Cielo de Orquídea se sentía más atraída por buscar especies de plantas y bayas antes que su entrenamiento, que lo tuvo, pero menos intensivo. Sus padres notaron su gran afición, y se habían dispuesto a encontrar a alguna gata o gato que fuese curandero y, con ello, tenerla como aprendiz.

Su madre siempre le hablaba del firmamento, de las estrellas que habían en el cielo, mencionando que cada una de ellas, era un gato que les vigilaba hacia el buen camino, por ello, tuvo su referencia en su mente a que son “gatos guardianes”, Ángeles felinos que andarán contigo hasta el final de tus días. Ella se intrigaba cada vez que hablaban de algo así, le daba, cierta imaginación y ganas de seguir descifrando qué podría ser, el clan estelar.

Las lunas pasaron y llegaron a encontrar en muy poco tiempo a una curandera anciana, ya excluida del grupo por sí misma, no se sentía bien siendo una gata que no podía ayudar a los otros, pero, al ver la gran motivación de Cielo de Orquídea, aceptó el querer enseñarla y que sea su pequeña aprendiz, con ella pudo aprender lo básico y ya por su cuenta, poder experimentar con las hierbas y poder así ayudar a los demás gatos que pudiesen salir heridos. Adquirió experiencia al transcurso del tiempo, ella le tuvo cariño a aquella gran gata, a la que llamaba “yaya Hibisco” Porque siempre poseía una de esas flores. Esta antes de fallecer porque le había llegado su momento, fue a un precioso jardín extenso de Orquídeas Azules, y le dejó una a la felina curandera, como un regalo para su aprobación de que es ya toda una curandera a seguir.

Orquídea prometió poder ayudar a todo gato que se cruzara, sea como sea, pero la soledad al ya no estar con su familia y el fallecimiento de su Yaya Hibisco, le dolía, tenía un nudo en la garganta, y había oído hablar que el clan de la Luna necesitaban curanderos urgentemente, tenía miedo de ir, porque nunca había estado en un clan, pero necesitaban ayuda, y decidió adentrarse en los territorios, por un momento se sentía observada, pero al adentrarse, se encontró a un gato negro y corpulento, Estrella Azabache se encontraba atareado con su trabajo de líder.



Había oído de él pero nunca tuvo la oportunidad de verlo en persona, dio un paso el cual alertó al líder y miró a los ojos de aquella gata que se había adentrado en su clan, esta había agachado las orejas, y decidió hablar de manera clara y tersa, no tenía intenciones de armar escándalo y mucho menos de enfrentarse a él, pero le había explicado, que al no tener muchos curanderos en el clan, quería ofrecer de su ayuda, prometía experiencia y labor, a cambio de solamente tener la autorización suya, claramente.



Aquel felino de bicolores ojos, se quedó pensativo, no sabía que decir ante ello, pero acabó por aceptar su propuesta debido a que le urgía la necesidad. Ella pareció emocionarse con ello, aunque intentó no expresarlo demasiado. A cambio se le notaba que solo quería la compañía del clan, de tener una mínima protección de sentirse segura en aquel ambiente, empezando su rutina como nueva curandera.



Relaciones:
Orientación sexual: Heterosexual.
Sexo: Femenino.
Interés: Ninguno. Sólo busca amistades duraderas.
Pareja: Ninguna.



Habilidades:

Velocidad: [4/5]
Flexibilidad: [3/5]
Fuerza: [4/5]
Defensa: [2/5]
Memoria: [4/5]
Estrategia: [2/5]
Trepar: [4/5]
Nadar: [3/5]
Sigilo: [4/5]
Olfato: [4/5]
Asecho: [2/5]



Extras:


-Le gusta tener compañía a la hora de dormir, a pesar de que suele dormir sola, le teme a la noche, siempre intentará sonreír a los demás felinos para que no se preocupen por ella, pero a la hora de la verdad llega a veces a temblar. Por temor a que algún felino enemigo quiera tenderle una emboscada como antiguamente le pasó a uno de sus hermanos, que falleció.

-Ronronea cada vez que se siente a gusto, así que suele hacerlo la mayor parte del tiempo.

-Le agrada recibir cariño por parte de todos, para ella eso es un regalo que nunca rechazaría.

-Le gusta ser la mediadora de las disputas para que no llegue a haber enfrentamientos, no en frente de su hocico.

-Teme toparse con alguien abducido por los efectos de la luna roja, entraría en pánico.

-Tiene mucho respeto hacia sus superiores, pero si llegan a amigarse con ella, les tratará como si fuesen cachorros.

-Le gusta acicalarse el pelo, para mantenerlo suave y esponjoso, de ahí a que la parte de su cuello, cuerpo y cola, parezcan tener un pelaje abundante.

-A pesar de parecer una gata masiva, tiene una contextura delgada y delicada.

-En su tiempo libre, si no hay nadie que esté presente a sus alrededores, suele tumbarse en una roca mientras se relaja, a veces hace lo mismo pero en los lagos, para destensarse.

-No suele alzar la voz ni gritar, en cambio suele tragarse sus palabras y huir si es necesario para no discutir con nadie.

-Cuando se estresa de tanto contenerse, puede reaccionar de dos maneras: 1. Acabando por gritar a aquel que se le enfrente.  2. Acabar en un llanto bastante prolongado, intentando mantenerse sola para que nadie la vea.


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